En la mismísima calle Espoz y Mina 11, en
la ciudad de Pamplona, a espaldas de la calle con más sabor taurino de España, la
calle Estafeta y a escasos cuarenta metros su Plaza de Toros, se encuentra el
Hotel Europa. Su restaurante, de la mano de Pilar Idoate, lleva 20 años con una
estrella Michelín y si a alguien le puede parecer que es sinónimo de
estancamiento, está equivocado. A ese reconocimiento le suceden otros muchos.
Soles en la guía Repsol, Premios Nacional de hostelería en 2013 y en 2014,
ganador del Certificado de Excelencia Tripdvisor.
Cuando pregunté en Pamplona por algún
sitio donde comer, me indicaron muchos de diverso corte, mesones, restaurantes
familiares y típicos, y siempre al final me decían… y el del Hotel Europa pero
ese es de alta cocina!
Es una expresión con cierta ambigüedad en
la que no voy a entrar, pero lo que no la tiene son los platos del Restaurante
Europa. Son productos de la tierra Navarra, de temporada, excelentemente
cocinados. Tienen en la carta toda la huerta, desde los espárragos y los
pimientos de Perón, a las setas, alubias verdes y pochas. Pescados de siempre,
la merluza, bacalao y la ternera en todos sus despieces o los callos y morros
guisados, como reza, al estilo clásico de Navarra. El que manda es el producto
y los criterios de un excelente trato, el de Pilar.
Tienen dos Menús De Degustación, el menú
Eugenia con productos más típicos y otro con elementos diremos más
evolucionados. Ambos con maridaje incluidos y a un precio muy ajustado dando un
valor muy alto al conjunto final.
Elegimos el Menú Eugenia y resultó
impresionante.
La entrada da paso a los aperitivos donde destaco el “Bombón de queso con mermelada de ruibarbo y jengibre” , buena
combinación complementada con un Cava
Oriol Rossel Brut Nature.
El primer entrante fue una “Ensalada de lágrimas de ibérico con
espárragos blancos y verdes y vinagreta de mostaza”, seguido de “Huevo con costra de cereales, puré de patata
y trufa”. Plato este último muy redondo, contando con la complejidad de su
elaboración. Ambos estuvieron acompañados por un vino OTAZU Chardonnay 2012, de Navarra.
“Huevo con costra de cereales, puré de patata
y trufa”
Luego nos dieron a elegir entre tres
segundos y al ser mesa de tres, pudimos probar toda las sugerencias.
“Lomo
de merluza al horno con guiso de habitas y guisantes a la menta”, “Carpaccio de solomillo relleno de hongos con
pequeña ensalada de rúcula y parmesano” y “Carrillera de ternera guisada al vino tinto con hortalizas de temporada
glaseadas”. Los tres regados con vino tinto, 1423 Reserva 2009 Príncipe de Viana, Navarra.
De los tres me quedo….. con los tres.
Perfectamente cocinados, excelente acompañamiento para la perfecta merluza,
delicada conjunción del solomillo y los hongos y la rotundidad de la carrillera
de ternera a la manera de siempre con las hortalizas de Navarra. El vino excelente,
un “todo-camino” de gran calidad.
El postre nos sorprendió con un “Tocino de cielo con maracuyá con helado de
yogur e infusión de frutos rojos del bosque”, con un Moscatel dulce Gran Feudo 2012 de Chivite. Postre de los que Pilar
Idoate tiene consolidado con pequeñas variaciones desde hace tiempo, pero no
por ello deja de ser un muy digno colofón a una gran experiencia.
“Tocino de cielo con maracuyá con helado de
yogur e infusión de frutos rojos del bosque”
A partir de ahora Pamplona tiene, ya
sabéis, el Restaurante Europa y luego muchos otros, todos dignos, dignísimos,
pero… si quieres buscar tu momento…
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