Todo el mundo
sabe hacer croquetas y por supuesto, como las de la madre… ninguna.
Con esto no
digo que las mías son mejores, que a lo mejor, pero seguro seguro que son
diferentes, como vais a ver.
Ingredientes
5 huevos XL
1 litro de
leche entera
120 gr. De
harina normal
65 gr. de mantequilla
70 gr. de aceite de oliva 0,1 de acidez
máxima o como os guste
Pan rallado y
una bolsita de Panko.
Harina y
huevo batido para “bolearlas”
Hacemos el
rus con la mantequilla, el aceite y cuando esté caliente la harina. Batiremos
con unas varillas, evitando que tome color y a temperatura suficiente daremos
consistencia de crema. Dejamos apartada del fuego para que baje la temperatura.
Mientras llevamos a ebullición la leche y preparamos una bandeja con papel de
aluminio, para ir rematando las croquetas cuando las formemos. Los huevos ya
los debemos tener cocidos, pelados y fríos y cortamos cada uno en cuatro trozos
en forma de “gajo”.
Bien, una vez
que la leche cueza y antes de que se nos salga la incorporamos toda en la
cazuela de la rus. Cuando digo toda es que es toda, no de pocos a pocos. Y
ponemos la cazuela con cuidado en el fuego a media temperatura y en un par de
minutos, estaremos moviendo con las varillas una masa sin un solo grumo y que
poco a poco va adquiriendo una consistencia perfecta. A los diez minutos
incorporamos la sal (a gusto) y una pequeña ralladura de nuez moscada. Soy
partidario de que lleve algo, pero muy poco, para que su sabor salga el último
y por añadidura, no el primero y por sorpresa. Pasados 20 minutos la masa está
cocida y yo la doy por terminada.
Con la ayuda
de un cucharón, cojo con él un poco de besamel, colocando en el centro el trozo
de huevo con la yema hacia abajo y con otra cuchara tapo el resto del huevo y
coloco el conjunto sobre el papel aluminio y me pongo con la siguiente. Cuando
llevo dos o tres, recompongo las anteriores si hace falta amontonando un poco
la besamel sobre el conjunto o tapando algún agujero que pudiera aparecer.
De vez en
cuando dar un varillazo a la besamel y si hiciera falta ponerla a fuego suave
para que se ponga mas blandita y la manejemos mejor.
Una vez
gastada la besamel enfrío las croquetas y me dispongo a rebozarlas. Formo el
trenecito con un plato o bandeja con harina, otro con huevo batido y otro con
una mezcla de pan rallado muy fino y el Panko.
A la hora de
“bolearlas”, les tendremos que dar la forma definitiva. Como llevan mucha
besamel se pueden redondear bastante bien pero con cuidado de no abrirlas al
apretar. Saldrán de unas quince a veinte por litro
Para
freírlas, utilizo una freidora con la temperatura a 180º y os aconsejo que si
no queréis que se os abran no saquéis el cestillo del aceite hasta que no estén
fritas y si lo hacéis no las volváis a sumergir.
Si al
tenerlas en el frigorífico se me humedecen yo las vuelvo a envolver solo con el
Panko y por último, resaltar que las croquetas de huevo cocido no admiten la
congelación (al menos para mi), pero la verdad es que cuando las hago ¡¡no
sobra ninguna!!.
“Modelar”,
una croqueta de huevo cocido con tu pareja o con tus hijos si que es un momento
FoodJoying.
Ya teneis las
medidas de la besamel para croquetas, os paso la medida que yo utilizo para la
besamel normal, la de los canelones por ejemplo (40 gr. De harina y 25gr.
mantequilla y 20 de aceite) y la de las pechugas a la Villaroy (100 gr. de harina, 55 de mantequilla y 50 de
aceite), las cantidades, siempre para un litro de leche.
¡¡Que os
salgan buenísimas!!
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