Esta receta es un homenaje a mi abuela materna y a esas cocinas humildes de los años 60 y 70 que carecían de horno y de diferentes variedades de quesos. Ella nos hacía disfrutar a todos, todos los domingos por supuesto, cuando íbamos a visitarla a su casa en Segovia. Espero que os guste.
Ingredientes:
200 gr de macarrones nº6
1 ristra de chistorra
tomate frito al gusto
1 cebolla
Toque foodjoying:
mozarella y un golpe de horno
Primer paso: cocer la pasta con agua y sal en una cazuela u olla grande para que los macarrones no se peguen y se hagan mejor. Cuando el agua esté hirviendo echad la pasta y dejadlos cocer el tiempo que aconseje el fabricante para que no se pase y queden al dente.
Segundo paso: cortar la cebolla en brunoise fina y por otro lado la chistosa en trozos pequeñitos. En una sartén con un poco de aceite se rehoga la cebolla hasta que tome una consistencia transparente. Cuando esté transparente podemos echarle la chistorra (podéis añadirle en vez de chistorra cualquier chorizo, y si es picante, mejor).
Tercer paso: Una vez cocida la pasta la dejamos escurrir y después la incorporamos al sofrito que hemos hecho con la cebolla y la chistorra. Cuando se integren bien los macarrones añadimos tomate frito al gusto y.. ¡a comer antes de que se enfríen!
El toque FoodJoying: para darle un toque especial incorporaremos un poco de mozarella a nuestros macarrones antes de servirlos, con el fuego apagado, mezclamos bien. Cuando empiece a fundirse el queso, colocamos un poquito más de mozarella por encima y gratinamos en el horno. Una vez el queso se gratine a nuestro gusto: sacamos, emplatamos y degustamos.
¡¡Espero que os guste!!
Follow @ChefClaudio1
No hay comentarios.:
Publicar un comentario